Jardines botánicos,
herramientas de educación y conservación
Horacio de la Cueva
Correo electrónico: cohevolution@gmail.com
Ninguno de los mecanismos existentes de conservación, pública o privada, son suficientes para garantizar a largo plazo nuestros paisajes. Pero una combinación de estos mecanismos, como lo son las áreas naturales protegidas públicas o privadas, las Unidades de Manejo Ambiental (UMA), las temporadas de caza y veda, los permisos y las concesiones, puede dar excelente fruto.
Quizá una de las herramientas de conservación menos conocidas, entendidas y apoyadas son los jardines botánicos. En ellos se enseña al público a crear una hortaliza urbana casera que apoya a la economía familiar, a crear un jardín casero con plantas de la comunidad o a conocer la fauna nativa y su interacción con las plantas. En estos lugares también se hace trabajo de importancia científica y de conservación, como mantener con vida una planta amenazada en la naturaleza y que necesita los cuidados de un lugar seguro donde pueda recuperar su población antes de ser reintroducida al medio silvestre.
Los esfuerzos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) no son suficientes para conservar todo lo que garantice el bienestar de México y cumplir nuestro papel en el entorno de una ecología global.
Para mediar entre el desarrollo y la naturaleza, entre riqueza económica y riqueza interior, buscamos formas de acercarnos a ese medio natural que sufre cada día severos daños. Muchas veces nos es imposible realizar ese acercamiento, llegar a un lugar natural que nos conforte y nos muestre la diversidad biológica que nos rodea y distingue al planeta. Para satisfacer esa necesidad podemos acercarnos al jardín botánico más cercano al sitio donde vivimos. Allí vamos a encontrar la cercanía y paz que necesitamos, porque allí también se encuentra el momento de reflexión y el conocimiento que nos acercará a nuestro mundo natural.
Existe en México la Asociación Nacional de Jardines Botánicos, donde se reúnen desde científicos de primer nivel que ven en los jardines botánicos un laboratorio desde donde promover la ciencia y la conservación, hasta los jardineros que hacen el trabajo diario de mantenimiento de las plantas, pasando por todos los esfuerzos de educación y recaudación de fondos que ayudan a la existencia de sitios únicos y necesarios, especialmente para quienes viven en los entornos urbanos.
Por las razones anteriores, La Jornada Ecológica abre esta ocasión una pequeña ventana al mundo de los jardines botánicos mexicanos. No cabe duda que hay pocos en nuestro país y que su presencia y crecimiento en número jugará un papel importante para el mejor entendimiento de México y nuestro mundo, además de ayudar a la conservación de los recursos naturales. Es una tarea que compete tanto a las instancias oficiales y académicas, como a la iniciativa privada y a la sociedad en general.
Liga a La Jornada Ecológica: http://www.jornada.unam.mx/2011/05/30/eco-cara.html
Salud y saludos.
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